Cada vez que recuerdo nuestro trabajo en este documental siempre me río,
no porque haya sido divertido; todo lo contrario: Es un material muy serio que habla de la guerrilla en África, allá por los 60 y 70.
Lo que sucede es que en sus inicios, nuestra intervención en esta producción, (según los Planes de Producción del Dpto de Documentales) iba a estar solamente relacionado con el trabajo del Diseño de los créditos y su realización. Un trabajo que hacíamos cotidianamente. Nada complejo a pesar de las diferentes propuestas en sus diseños, a veces sencillos y a veces más complejos, según los diferentes proyectos que nos llegaban.
Todo se había planeado perfectamente para que, una vez fijada la fecha, se procediera a la junta de trabajo con nuestro personal. Así estaba todo arreglado, Don Pepe, viajaría a los Estudios de Cubanacán a Trucaje y allí se discutirían todos los aspectos del diseño de los títulos.
Lo simpático de todo esto fue, cuando el editor me llamó en un aparte para comunicarme - previa autorización de su director y de la jefatura del Dpto de Documentales- que tenían un serio problema que no les permitía terminar la edición y por ende, el documental.
Recuerdo que ví el primer Corte y que prácticamente el filme estaba casi completo, Más faltaba algo y ese algo, para ser mas precisos, determinaba el sentido de la historia que se venía contando.
Obviamente, me di cuenta que era necesario realizar una secuencia que les permitiera finalizar el proyecto, pero cómo, de dónde, de qué manera, de dónde la sacaba?. Don Pepe que había estado todo el tiempo callado, tomó de pronto del estante dos o tres planos y me dijo, … de aquí Pucho, de aquí ¡¡¡
Antes de explicar esta parte, debo decir, que el objetivo de todo el viaje de Pepe y su equipo a esa región de África fue la filmación de la preparación de la guerrilla y de cómo se iban preparando estos para la batalla final y la toma de la capital de Madina Boe.
Todo el material editado iba en esa dirección y muy bien realizado, pero, resultaba que lo que no habían podido filmar, por cuestiones de seguridad entre los guías que los acompañaban, había sido justamente la famosa y necesaria batalla. Lógicamente, el documental no podía tener un final. No existía la tal batalla.
Tomé en mis manos los tres planos y mirándolos a simple vista, me di cuenta que, uno de ellos era el disparo de un cañón, el siguiente otro disparo con encuadre diferente, y el último, si mal no recuerdo, una explosión . Esos eran solamente los planos que habían podido filmar de la guerra. Mi risa que duró un buen rato. Pepe también participó de aquel momento, después silencio y más silencio.
Recuerdo que salí sin hablar, directo a
Pepe tuvo su batalla y el documental su gran final.
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