domingo, 31 de octubre de 2010

UNA PEQUEÑA HISTORIA SOBRE EL FILME “GIRÓN” de Manolo Herrera.

J.Pucheux.

Hay mil veces que un filme no puede, por dificultades con su presupuesto, realizar tal o mas cual secuencia o escena, entonces hay que recurrir a esa “otra” creatividad, que muchas veces solo aflora en momentos difíciles.

Salvando el tiempo y el contexto, ahora recuerdo algo que me sucedió en Cuba con un filme del realizador Manuel Herrera, este era una película mitad ficción y mitad testimonios tipo documental, algo así como una premonición de lo que después se llamaría Docudrama, su nombre “GIRÓN”, un proyecto en blanco y negro y luego llevado en Truca a Cinemascope cuya temática era contar anécdotas e historias ocurridas durante la Invasión en Bahía de Cochino, o sea, en Playa Girón.

Recuerdo que según el Plan de trabajo del Filme, yo solo en principio, iba a trabajar en el proceso completo de Anamorfización, (Trasnfer de formato normal 35 mm a Cinemascope a partir de todo un sistema óptico de cierta complejidad), pero de pronto me avisan del departamento de Postproducción para comunicarme que Manolo, su director y su editor, querían tener una reunión de trabajo para analizar algunas nuevas necesidades visuales en el filme.

La nueva situación que se nos planteaba era la parte referida a las secuencias de entrevistas de los pilotos, soldados y milicianos, que de alguna manera habían estado involucrados con los combates aereos.

Eran necesarias las batallas en el aire, los combates entre aviones y los bombardeos.

De dónde sacar los aviones, los F80, los B24, si estos estaban ya en el museo, ya no volaban, qué hacer para describir los combates?

El filme no tenía un presupuesto alto como para comprar o rentar esos aviones, y en todo caso, a quién ?, pero lo cierto era que ahí estaban las entrevistas esperando por sus dramatizaciones,( estilo del filme). Solo con fotos o pedazos de otros filmes, manipulándolos en Truca podríamos resolver el problema.

Y eso hicimos, nos dimos a la tarea de analizar las entrevistas y tratar de buscar en los archivos de la Cinemateca y la Distribuidora de películas, etc, los planos que nos podrían servir para este fin. Recuerdo que encontramos como magia, algunos planos excelentes en los Noticieros de la época de Batista; Ahí estaban los mismos aviones que habían volado en los cielos de Girón, haciendo prácticas en desfiles militares de entonces y muy bien filmados por aquellos camarógrafos de los Noticieros de la época.

Esto nos iba a ayudar mucho, pero faltaban las acciones de las batallas en el aire, pero de dónde sacarlas?.

Tuvimos que recurrir también a tramos bien elegidos de películas de la Segunda Guerra Mundial, donde estos tipos de aparatos habían volado y combatido.

Pero esto tampoco nos era suficiente, así que acudimos a copias de filmes de Hollywood pertenecientes a esa época, donde los efectos de disparos, cohetazos, bombardeos, etc, estaban a la orden del día en la pantalla. (Esto, debo subrayar, no es correcto hacerlo, pues existen los derechos de autorías que siempre se deben respetar y son bien complejos).

El contexto de ese momento nos permitió hacer algo incorrecto, aun hoy me viene a la mente este asunto, tuvimos que manipular en Truca todos estos planos, estos pedazos de imágenes, dándoles una coherencia que estuviera sincrónica con las explicaciones que ofrecían las entrevistas que ya estaban editadas.

Hubo que crecerse en la realización de estas secuencias, de eso no me quedan dudas, pero esta manera de actuar, necesaria para el filme, la cual cumplió su cometido totalmente, realmente no debió de haberse ejecutado así, copiando tramos de planos ajenos a nuestras autorías,

El filme se terminó, quedó muy bien, cumplió con su objetivo, Manolo quedó tranquilo y complacido y luego se estrenó.

Hoy forma parte de la historia del cine cubano.

Un buen docudrama.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Algunas pequeñas reflexiones sobre el cine documental en Cuba y otros lugares.

J. Pucheux.

Hace tiempo que vengo pensando en escribir algunas reflexiones sobre el documental en Cuba, basadas en mi propia experiencia. Primero que todo, debo comenzar por decir que este género ha sido para mi la mejor escuela que he tenido, que todo lo aprendido durante casi 50 años se lo he debido a los retos que tuve que enfrentar en cada Obra en la que trabajé y dejé mi modesta huella. A partir de esta idea es que voy a escribir sobre algunos temas que considero importante tenerlos en cuenta.

No se si por las características mismas del género, (guiones más flexibles, a veces ni siquiera guiones o bloqueos, la realidad delante de tus ojos, la vida como es…etc), el documental es mucho más propositivo en cuanto al uso del lenguaje cinematográfico.

En el siempre encontré mucho más fascinante las propuestas creativas con que trabajábamos cada día, en temáticas tan diferentas unas de otras, en historias reales y a la vez mágicas, que me permitieron sentirme realmente un participante activo de la misma realización, aun no siendo el director.

Esto, creo que siempre lo supieron mis antiguos compañeros directores. Lo cierto es, que el documental te deja espacios muy anchos y abiertos para la creación, en él puedes hacer cosas, puedes hasta buscar nuevos caminos en la manipulación visual, puedes modificar paradigmas ya establecidos y hasta cuestionarlos con nuevas y audaces propuestas.

En mi caso, no se si por la confianza que en mi tenían los realizadores, siempre me permitieron trabajar la Truca de una manera muy especial, recuerdo que hasta me llegaban a consultar sobre si era mejor usar tal efecto, o alargar más una escena o no, o si era mejor hacerles una cadena de disolvencias a esta o mas cual secuencia. Esa puerta abierta no era algo tan común entonces. Cuando comenzamos, en el mundo del cine existía un tiempo de directrices a cumplir, de decisiones a tomar siempre por los directores, en muchos casos, de seguir el caminito ya conocido.

Creo que fueron los sesenta, los años en que, gracias quizás a los acontecimientos que se vivían cada día, comenzamos a romper con estos criterios; las cosas que pasaban a diario, la vida misma de aquellos años, lo cotidianidad tan irreverente, nos dieron las armas para lanzarnos a una aventura, (yo le llamo así, de hecho lo fue), que implicaba un total cambio en cuanto al modo de usar los efectos visuales conocidos y por ende la manipulación de la imagen.

Recordemos: Las cámaras lentas eran usadas en los noticieros y documentales deportivos, los cambios en las direcciones de los movimientos, (hacia atrás, hacia delante), eran usados en materiales de carácter científicos, al igual que aquellos grandes acercamientos en los nacimientos de flores y de plantas en cámara lenta. Los congelados de imágenes, también se usaban en los materiales deportivos, para detener una jugada, en fin, que estos eran los usos que se les daban entes de los años sesenta a esta variedad de efectos visuales. Luego a finales de los cincuenta estalla la Revolución cubana, cambios, en todos los sentidos, revolucionándolo todo; por la Europa los nuevos movimientos musicales, los Beattles, las luchas de Mayo, los hippies, la misma guerra del Vietnam, toda una serie de grandes eventos donde la palabra “cambios” , estaba siempre presente.

Todo esto impactó en nuestra generación y para mí en lo particular significó, que había llegado la hora de cambiarlo todo dentro de mi aburrida Truca. El grito fue tal, que creo que llegó hasta los 90.Lo cambiamos todo, modificamos los usos convencionales de la época en cuanto el manejo del lenguaje visual. Pusimos en cámara lenta a las alzadoras de caña soltando las pajas de la caña, a gentes llorando en grandes clouse up, realizados en cámaras lentas, hicimos disolvencias donde nunca nadie las hubiera utilizado, echamos a andar el Zoom óptico de la Truca, nunca antes usado, como en el caso de la secuencia de “Memorias del subdesarrollo” con Sergio en la Plaza, en fin, que nos lanzamos por una barranca sin importarnos la caída.

Siempre pienso que fue lamentable que esto mismo no pasara en la ficción. Quizás las diferentes voluntades de muchos de los directores decidieron no incursionar más en este camino, obviamente hubo excepciones. A estas alturas, aun no me lo explico. Pero lo cierto fue que el documental cubano comenzó a volar alto, y claro está, no solo por nuestro trabajo, aunque la fuerza expresiva que llevaban dentro de si, se lo debieron en gran parte a todo lo anterior.

Acaso hoy día, no están presente de alguna manera, en el Video Clip y otros materiales parecidos, el montaje y el tratamiento de la imagen visual de aquellos tiempos? NOW, LBJ, etc…Pero hoy, qué ha pasado?, dónde está el documental ? solo en festivales, en TV, en programas especiales; lastimosamente se ha perdido mucho desde los 90 hasta hoy.

Siento que poco a poco se va tomado conciencia de lo importante que es este género, de hecho en Cuba se ha iniciado un movimiento nuevo con jóvenes preparados, que de seguro volverán a poner bien alto el Documental cubano. Esto mismo está pasando en México y otros lugares de nuestra América. Cuántos temas e historias se pueden llevar a la pantalla y con bajos presupuestos, aun hoy más que ayer, gracias a las nuevas tecnologías.

Estoy seguro que el documental saldrá a delante, no me cabe la menor duda.

Ojalá no se nos quede solo, como pasa internacionalmente, en los canales de cable y encasillados en una misma y lastimosa estructura narrativa.

Se dibuja en el horizonte un resurgir creativo en el nuevo documental, sin dudas.