lunes, 5 de julio de 2010

Sobre el documental "NOW"

Algunas reflexiones necesarias sobre el documental “NOW” de Santiago Álvarez.

J. Pucheux.

Allá por el año de 1965 (unos 3 años después de que fuera creado el departamento de Animación especial), somos citados en la oficina de Santiago Álvarez un grupo de compañeros del departamento, entre ellos: Pepín Rodríguez, camarógrafo de la mesa de animación, Adalberto Hernández, su asistente, Ángel López, el entonces especialista de la Truca y yo, como su asistente, así como los diseñadores Delia Quesada y Alberto Herrera (Trufó).

En dicha cita se nos convocaba a participar en un nuevo proyecto de Santiago que el mismo había acabado de sacar de la manga a partir de haber escuchado unas horas antes una canción interpretada por la afronorteamericana Lena Horne.

Santiago nos habló de sus experiencias personales en USA relacionadas con la discriminación racial en ese País, nos contó anécdotas y dejando caer sobre la mesa de trabajo una buena cantidad de fotos, materiales de pedazos de películas y viejos Noticieros de la época, nos invitó a que realizáramos - con total libertad de creación- un foto montaje a partir de la canción “Now” de la cantante.

Todos miramos a Pepín, pues a él le tocaba la parte más importante del proyecto, ya que casi el 90% de los materiales para trabajar eran puras fotos; algunas prestadas, otras sacadas de periódicos y revistas del momento. Recuerdo que esa tarde estuvimos como hasta las 10 de la noche reunidos con él, analizando todas las posibilidades del trabajo. Qué haría él y que procesaríamos nosotros en la Truca , qué les tocaba a los de Diseño, etc.

Al final de la jornada quedamos de acuerdo en que la filmación de las fotos ( de manera animadas en la Mesa de animación) y un sencillo trabajo de diseño en la presentación, serían suficientes para abordar el proyecto y que la Truca estaría apoyando esta filmación.

Un día después estaban Pepín y Ada ordenando las gran cantidad de fotos para lograr una secuencia coherente, a partir de la letra de la canción. Recuerdo que ese día Ángel me envió a la Mesa para auxiliar a Pepín y a Adalberto en ese trabajo. Algo que comenzó a preocuparnos a todos fue la intensidad y ritmo de la música y la manera de sincronizarla con el trabajo de montaje de las fotos. Realmente nunca antes ( al menos yo) y hasta me atrevo a pensar que Pepín tampoco, habíamos tenido una experiencia de este tipo.

La canción resultaba muy atractiva, y seguramente competiría con las imágenes. Buscar el equilibrio de imágenes y música era el reto.

Pepín estuvo 24 horas analizando esta situación. Recuérdese que en aquel tiempo un ritmo tan fuerte en el montaje no era muy común y mucho menos en un llamado documental que rompía todas las tradicionales normas del lenguaje cinematográfico en este género. Lo peor de todo - y quizás lo mejor- fue el hecho de la gran urgencia con que Santiago quería la terminación y exhibición del proyecto.

Esto increíblemente compulsionó la filmación y de pronto ahí estaban Pepín y Ada enloquecidos moviendo las fotos cada una de ellas cuadro por cuadro, reencuadrándolas, haciéndoles zoom, traveling, etc. Pepín me solicitó ese día que lo ayudara con varias imágenes trabajadas en Truca y de ahí salí corriendo para enfrascarme en ellas, ya para entonces habían sido filmados los créditos en una vieja mesa de animación hecha en Cuba que funcionaba con una cámara Bell & Howell, aun mucho más vieja.

Por lo tanto mi nombre, así como el otros compañeros que también trabajaron para este documental quedamos fuera de los créditos, aunque eso nunca fue algo importante para nosotros.

El mismo trabajo desarrollado años después, junto a Santiago Álvarez, nos permitió a mí y a otros compañeros tener un rol más protagónico.

Luego con el tiempo, Santiago nos encomendó “L.B,J”… Pero esa es otra historia.

La edición junto a Santiago, junto a Idalberto y a Norma, con casi todos nosotros presentes y en un acto increíble de libertad creativa, fue montada cada foto, cada imagen.

Ya “Ciclón” había quedado atrás. Con la realización de “Now”, Santiago nos trasmitió su osadía, su aventura, su respeto a cada quien. Eso solo lo encontré después, al pasar los años, en otros compañeros realizadores, virtud esta, generada, creo yo, por el ambiente existente en esa gran casa de todos nosotros, llamada ICAIC. …y que quede bien claro, aquel ICAIC.

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